Teatro

Network, un espectáculo de alto impacto visual

Tecnología, muchas  pantallas, muy buenas actuaciones bajo la excelente dirección de Corina Fiorillo

Network en su versión teatral es un espectáculo multimedia sobre un drama drama, con mucho humor a la vez y presencia audiovisual. La versión argentina extrema la naturaleza original de la versión teatral y lleva la grandilocuencia hasta un nivel superlativo, con sus pro y sus contras.

La base de Network es muy buena: el guión original de nivel de excelencia en el  que trabajó en el 2017 Lee Hall y que aquí fue adaptado por Juan José Campanella. Y como entre los diálogos del film y los de la pieza no existen grandes diferencias, el espectáculo estrenado en el Teatro Coliseo cuenta una historia con un sostén único, en cuanto a inteligencia, agudeza e ingenio. Todo lo que se escucha en el escenario, concebido de acuerdo a lo que sucedía en el seno de la sociedad norteamericana, en los años 70, resuena tan cercano y preciso que parece haber sido escrito para el entorno local, el mediático y el político.

El argumento se basa en que un día un veterano presentador de noticias de uno de los canales de mayor audiencia de los Estados Unidos, llamado Howard Beale, descubre que va a ser despedido. Lejos de aceptar la situación, primero amenaza con suicidarse al aire y luego –siempre en vivo, de cara a las cámaras- lanza una diatriba furiosa contra el stablishment que, para sorpresa de todos, resulta en un aumento explosivo del rating, y por eso es invitado a repetirla constantemente, programa tras programa. Esto le permite a la ambiciosa productora Diana Christensen desarrollar una programación escandalosa, basada en el sensacionalismo y en la falta de ética y escrúpulos. Luego, todo se descontrola cuando Beale apunta sus cañones contra la corporación dueña del canal y aún más allá.

En la versión argentina la historia se desarrolla en el marco de una súper producción de un millón de dólares (obra y gracia de Diwan´s Entertainment Group y del mexicano Morris Gilbert). No se ha escatimado dinero para reproducir en el escenario un set de televisión. Paneles inmensos de pantallas led, distribuidos entre una planta alta y una baja, conviven con verdaderas cámaras de televisión, que lo registran todo y lo emiten en vivo, a veces ampliando detalles que desde la platea podrían perderse. Otro lujo es el sonido envolvente, que convierte a la sala en un estadio y a los espectadores en protagonistas principales de lo que acontece.

Tanto los protagónicos –Florencia Peña, Coco Sily, Eduardo Blanco, César Bordón y Pablo Rago– como los de reparto –Gaby Ferrero, Ana Padilla, Nacho De Santis, Charlie Nieto y Pablo Palavecino– desarrollan interpretaciones muy verosímiles. Coco Sily, que, con poca experiencia en teatro de texto, se lo ve como un actor comprometido con su personaje, el atribulado Howard Beale, y lo lleva hasta la excelencia.

El equipo detrás de escena es inmejorable: la directora Corina Fiorillo, que supo conducir no sólo a los actores sino al equipo de 70 personas que hacen posible el espectáculo. Contó con un verdadero dream team de profesionales,  entre ellos Jorge Ferrari (escenografía), Ariel del Mastro (iluminación), Maxi Vecco (videos), Gastón Briski (sonido), Diego Suárez (dirección de cámaras), Federico Vilas (música), Mercedes Colombo (vestuario) y Mecha Fernández (entrenamiento corporal). Entre todos logran un espectáculo de muchísima calidad como hacía tiempo no se producía en nuestro país.

Por: Loli Belotti

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba